Es importante contar con expertos en la materia. Un buen abogado de familia ofrecerá un asesoramiento integral y preverá posibles situaciones que los propios implicados muchas veces no son capaces de ver o de contemplar para un futuro. En ocasiones alguno de los dos cuenta con abogado de confianza de su familia, que no tiene por qué ser experto en éste área, y para minimizar el coste económico de la ruptura, optan por hacerlo de mutuo acuerdo y sin un buen asesoramiento.
Tu abogado de familia debe explicarte las distintas opciones y adelantarse a los posibles conflictos que puedan surgir.
Entonces, llegado el caso de querer poner fin a la relación de pareja, ¿Qué podemos hacer?
En caso de matrimonio, ya sea civil o eclesiástico, la vía es el divorcio.
Si no hay hijos, el divorcio puede tramitarse vía notarial. Si bien es más provechoso que el abogado se encargue, puesto que al ser de mutuo acuerdo se puede hacer de forma conjunta la liquidación de la sociedad de gananciales (régimen de gananciales) o división del patrimonio común (en caso de separación de bienes). El acuerdo que se alcance se elevará a escritura pública, que reflejará tanto la disolución del matrimonio, como las condiciones pactadas.
Si existen hijos menores, la vía judicial es la que hay que adoptar para tramitar el divorcio, y además es obligatoria la presencia del ministerio fiscal, quien velará por el interés de los hijos, tanto si se opta por un divorcio de mutuo acuerdo, como si se trata de un divorcio contencioso porque no haya acuerdo entre los progenitores.
Divorcio de mutuo acuerdo:
En los divorcios de mutuo acuerdo, se contrata un abogado y un procurador, de tal forma que se abarata el coste del divorcio. Siempre se aconseja que sea una persona ajena y neutral, para que no beneficie a uno u otro progenitor. Se evalúa la situación familiar, económica y profesional de ambos, y se plasman las medidas que se decidan, en un convenio regulador: Pensión de alimentos, pensión compensatoria, custodia y régimen de visitas, uso y disfrute de vivienda familiar.
En caso de que no exista matrimonio, la vía es la misma, si bien la demanda que se interpone es una demanda de regulación de medidas paternofiliales de mutuo acuerdo.
Divorcio contencioso:
En caso de no alcanzarse ningún acuerdo entre ambos cónyuges, cada uno de ellos debe contratar un abogado y un procurador. Uno de ellos, o los dos, presentará demanda de divorcio contencioso, el otro contestará, y se fijará una vista. En los procedimientos de familia se intenta siempre por parte del juzgado llegar a un acuerdo, incluso el mismo día del juicio señalado, ya que siempre es mejor un buen acuerdo, aunque sea in extremis. Si no es posible, se celebra la vista y es el juez quien, tras escuchar a las partes y al ministerio fiscal, quien determina los puntos esenciales que regirán la vida de las partes y de los hijos menores: Pensión de alimentos, pensión compensatoria, custodia y régimen de visitas, uso y disfrute de vivienda familiar.
En caso de que no exista matrimonio, la vía es la misma, si bien la demanda que se interpone es una demanda contenciosa de regulación de medidas paternofiliales.
No lo dudes y asesórate. Puedes evitar muchos conflictos futuros.
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